TRASLADO DE LUIS ALFREDO

Un terrible accidente de tránsito ocurrido la madrugada de ayer en la provincia de Cotopaxi calló para siempre la voz y simpatía de Luis Alfredo Cabrera Torres, de 34 años, líder de la orquesta Star Band, reconocida a nivel nacional por su ritmo tropical que hacía bailar hasta el cansancio. Con él también falleció Gilbert Bonilla Pullutasi, conductor del vehículo en el que se transportaban.

Ambos iban rumbo a la capital, tras la presentación que tuvo la agrupación en la ciudad de Ambato la noche del viernes. Viajaban en una furgoneta color plata, marca Kia, de placa PBL-3591, llevando los instrumentos. Aproximadamente a las 02:35 se encontraban a la altura de la entrada a la localidad de Saquisilí por la Panamericana Norte.

Delante de ellos iba un enorme tráiler que frenó de pronto, sin darles tiempo a esquivarlo y terminaron impactándose en la parte posterior. La furgoneta quedó hecha pedazos. Luis Alfredo y Gilbert no resistieron el golpe y murieron al instante. El conductor del tráiler color verde, marca Frightliner, de placa XAH-815, huyó despavorido sin dejar rastro.

Cuando la Policía llegó al lugar, nada se podía hacer, los cuerpos fueron trasladados hacia la morgue del hospital General de Latacunga, donde horas después uno a uno iban apareciendo familiares, amigos y el resto de integrantes de Star Band. Ninguno aceptaba la pérdida de quien en vida fue considerado un luchador.

Con el rostro entristecido, Christian Herrera, sobrino de Luis Alfredo, tuvo que convertirse en el portavoz de los deudos, pues el resto de su familia no podía expresarse por tanto dolor que sentían. “Desde que me acuerdo, mi tío toda la vida estuvo metido en la música, era algo que le encantaba y por lo que daba la vida. Su entrega era total cada vez que se presentaba”, contó.

Tenía 11 años de carrera artística

Star Band apareció en la escena musical ecuatoriana hace más de un año. Luis Alfredo la creó tras once años de carrera artística, en los cuales fue parte de varias agrupaciones destacadas como Rock Star o la Orquesta Ovación. Aquella noche los demás integrantes decidieron quedarse en Ambato, por eso viajó solo con el conductor y los instrumentos, quería llegar a tiempo a su casa en Quito para pasar la noche junto a su esposa e hijo, pero el destino le jugó una broma macabra.

Al mediodía, el cadáver fue colocado dentro del frío ataúd que lo llevaría de vuelta a su hogar. Mientras lo ponían en la carroza fúnebre sus seres queridos prendieron una radio y a todo volumen hicieron sonar algunas de sus creaciones para rendirle honor y de cierta manera expresarle lo mucho que lo extrañarán.